Te fuiste sin pena ni gloria
SANTIAGO, julio 6.- El ex agente de la DINA, Osvaldo Romo Mena, sepultado el jueves en un funeral al que no asistió nadie en el cementerio general de Santiago, estuvo sólo unas pocas horas en el nicho donado por unas monjas, pues fue cambiado a una tumba particular definitiva, a petición de familiares.
El traslado fue tan patético como el primer funeral, pues sólo un sepulturero y un cura católico silencioso participaron del cortejo por las calles del camposanto santiaguino. Esta vez, el féretro, de más de dos metros de largo y 70 centímetros de ancho -Romo era de contextura gruesa- fue llevado desde el nicho facilitado por las Hermanas de la Caridad hasta la tumba 538 del patio 135, comprada por la familia.
El sacerdote era el mismo que había acompañado el féretro en el primer funeral y al igual que en esa ocasión, no pronunció palabra.
En algunas de esas tumbas había dos o más cadáveres, lo que llevó a Pinochet, aún jefe del Ejército en ese entonces, a elogiar lo económico del procedimiento.
Romo, responsable directo de más de un centenar de desapariciones, asesinatos y torturas contra opositores del régimen, pidió en una entrevista que su epitafio fuera "aquí yace un torturador", pero ninguna leyenda había sido escrita hasta hoy en su tumba.
El ex represor, que acumulaba condenas por 92 años al momento de morir, a los 70 años, jamás mostró arrepentimiento por sus actos y, por el contrario, aseguró una vez que el gran error de Pinochet fue no haber matado a todos sus adversarios.
Fuente: EFE
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Mientras otros se mueren solos, nosotros nos dedicamos a ver películas buenas. La de acá abajo se llama Manufraktur, es de Peter Tscherkassky que es un verdadero Dios de Oro. esta película es del año 85 y nos influeció harto, como dijo el copión.
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